Aparte de las implicancias estéticas, los dientes apiñados (montados) y desalineados con frecuencia forman rincones escondidos que son difíciles de limpiar y por ende acumulan placa bacteriana. El resultado de esto es que el riesgo de desarrollar caries y enfermedad periodontal es mucho mayor que en casos de dientes ordenados.
La mal posición de los dientes frontales superiores, puede contribuir al desarrollo de problemas de fonación como el ceceo (pronunciación con muchas “s”). Una mala oclusión afecta la eficiencia masticatoria lo que puede causar problemas en el tracto digestivo además de desgastes, aflojamiento de dientes y daños a las articulaciones témporo-mandibulares debido a la sobrecarga. Fuerzas excesivas de los músculos masticatorios y una carga inadecuada de la articulación témporo-mandibular, pueden provocar dolor facial y de cabeza, ruidos en los oídos así como también estrés y una postura incorrecta de columna vertebral. |
miércoles, 15 de mayo de 2013
Complicaciones ocasionadas por la mal oclusión
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